Diabetes

5 Endulzantes artficiales y la diabetes

Por Kiwilimón - 2018-10-16T09:20:46.8636Z
¿Azúcar o edulcorante?, suelen preguntar el mesero(a) cuando toman la orden o sirven el pedido. En el caso de las personas con diabetes que deseen tomar alguna bebida o alimento endulzado, lo más conveniente es la segunda opción. Ahora bien, ¿son todos los endulzantes iguales o hay alguno que sea más apropiado que otro? Afortunadamente para quienes deben limitar el consumo de azúcar, existen varias opciones artificiales para endulzar la vida y las comidas. Si bien la función es la misma (reemplazar al azúcar para endulzar las comidas y las bebidas), las características son diferentes en cada uno de ellos. Los más conocidos son: Sacarina: es un clásico entre los edulcorantes artificiales. Descubierta en 1879, la sacarina es 300 veces más dulce que el azúcar y pasa por el cuerpo sin dejar rastros, ya que no aporta calorías. Se la puede utilizar para comidas calientes o frías. Es recomendable evitarla durante el embarazo y la lactancia. Aspartame: este endulzante fue descubierto de casualidad en 1965, por un químico que buscaba una droga para combatir la úlcera, y sólo fue aprobado para su uso en la década de 1980. El aspartame es 180 veces más dulce que el azúcar y provee muy pocas calorías. Se puede utilizar en comidas frías o calientes, aunque puede perder un poco de sus propiedades endulzantes a temperaturas elevadas. Este edulcorante ha recibido cuestionamientos por parte de algunos usuarios, quienes dicen que les provoca jaquecas, mareos, náuseas, fatiga y otras sensaciones. Sin embargo, existe una amplia variedad de estudios que demuestran que el aspartame es inofensivo para el cuerpo cuando se lo utiliza en dosis normales. Sólo una precaución: las personas que tienen una enfermedad hereditaria denominada fenilcetonuria, deben evitar este endulzante artificial. Acesulfamo-k: descubierto casi por azar en 1967, este endulzante es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar y se puede utilizar en comidas frías y calientes. Además, es termoestable, es decir que no pierde sus propiedades por la acción del calor, por lo cual se puede usar para cocinar y hornear. Sucralosa: este edulcorante artificial descubierto en 1976 se obtiene del azúcar y es 600 veces más dulce que ésta (el doble que la sacarina). La sucralosa es el único edulcorante sin calorías que se fabrica a partir del azúcar y se utiliza en su reemplazo para bebidas de bajas calorías y alimentos procesados. Al igual que el acesulfamo-k, puede ser utilizado en comidas frías y calientes y puede incluirse durante la cocción y el horneado de alimentos. Muchos alimentos procesados y bebidas dietéticas la contienen. Ciclamato: este edulcorante es 30 veces más dulce que el azúcar pero su uso se ha prohibido en los Estados Unidos, debido a que en 1970 se demostró que había causado cáncer de vesícula en los animales. La ventaja de los edulcorantes artificiales que hemos mencionado en el caso de los pacientes diabéticos es de que no elevan el nivel de azúcar en la sangre y no cuentan como carbohidratos ni como grasas en las dietas de intercambio. Los alimentos en los que se mezclan, desde luego, si proporcionan calorías y hay que fijarse en esos ingredientes. Como en todo en la vida, se recomienda usar los edulcorantes en moderación. Con estos datos, cuando el mesero(a) te pregunten qué prefieres no sólo podrás decirle si quieres endulzante, sino también especificarle de qué tipo. Y cuando estés eligiendo tus bebidas y alimentos en el mercado, también podrás dedicarle dos minutos a leer el detalle de sus componentes, para elegir de manera inteligente la opción que prefieres. Recuerda que si tienes dudas sobre el uso de edulcorante o endulzantes artificiales y la diabetes, debes consultar con tu médico. El o ella podrá indicarte qué es lo mejor en tu caso, y de esa manera, podrás llevar una vida sana con diabetes.