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Setas y hongos, ¿cuál es la diferencia?

Por Kiwilimón - May 2019
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Seamos honestos: muchas veces usamos palabras sin saber exactamente qué significan. Por ejemplo, hablamos de setas y hongos por igual, sin tener la certeza exacta de qué estamos diciendo. Aunque los usemos como sinónimos, estos términos se refieren a cosas diferentes. En esta entrada te explicamos las principales diferencias entre una seta y un hongo.

¿Hongo o seta?

Aunque podríamos estudiar más a fondo el reino fungi para entender las diferencias entre hongo y seta, no queremos meternos en camisa de once varas. Así que lo pondremos de la manera más sencilla posible: un hongo sería el equivalente a un árbol, mientras que una seta sería el fruto de dicho árbol. Así de fácil. Los hongos crecen debajo de la tierra y solamente salen a la superficie, en forma
de seta, cuando se presenta una disminución en la temperatura ambiental. Digamos, entonces, que las setas son una respuesta natural del hongo a los estímulos del ambiente. La confusión entre estos dos términos surge precisamente aquí: cuando decimos que estamos comiendo hongos, en realidad lo que estamos consumiendo es una parte del hongo que se llama seta. Eso que conocemos comúnmente como champiñón (sombrero y tallo) es el fruto del hongo que se encuentra debajo de la superficie.

¿Es bueno comer setas?

Una vez habiendo aclarado la confusión entre ambos términos, podemos entrar más a detalle en las características y propiedades benéficas de estos alimentos. Las setas son un tipo de alimento muy nutritivo, ya que aportan minerales, como calcio, potasio, zinc, hierro, además de algunas vitaminas, tales como A, C, D y algunas otras del complejo B. Otra característica importante es que las setas
no contienen grasas, pero sí muchas proteínas y fibra. De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición, en 100 gramos de setas hay tan solo 25 kilocalorías, 1.8 g de proteínas, 4 g de carbohidratos, 2.5 g de fibra y nada de colesterol.

¿Cómo es mejor preparar las setas?

Se ha comprobado que, al freír o cocer diferentes tipos de setas, estas pierden proteínas y algunos antioxidantes. Para conservar la mayor parte de los nutrientes presentes en las setas lo mejor es prepararlas a la plancha con un poco de aceite. Otra opción saludable para cocinar setas es hacerlo en el microondas. Este método te permite reducir el tiempo de cocción y usar la menor
cantidad posible de agua. De esta manera, conservas buena parte de los antioxidantes, ya que no se diluyen en el agua (o aceite) ni se pierden durante un largo proceso de cocción.

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