Abigail Mendoza, la guardiana de los sabores oaxaqueños
Por
Gretel Morales - 2022-03-02T14:06:58Z
Abigail Mendoza Ruiz, una de las cocineras tradicionales más importantes de México, se ha convertido en toda una institución, pues gracias a sus auténticos platillos, se ha encargado de preservar los sabores ancestrales de Oaxaca, pero también se ha dedicado a llevarlos a diferentes rincones del mundo. La historia de amor entre Abigail y la cocina tradicional comenzó desde que era muy pequeña, cuando su padre le regaló su primer metate y se obsesionó con aprender a preparar la tortilla perfecta. Años más tarde, aprendió a cocinar los manjares diarios con ayuda de su madre, sin embargo, tenía un objetivo más complicado en la mira: aprender a cocinar los platillos de fiesta, recetas ceremoniales y complejas que se sirven a cientos de personas en ocasiones especiales. Posteriormente, con las enseñanzas de Zenaida, su tía abuela, Abigail Mendoza aprendió el arte de hacer chocolate atole, una de las bebidas oaxaqueñas más complejas y sagradas. Con los años, la destreza y el amor por los sabores de sus ancestros la llevaron a abrir el restaurante Tlamanalli, que significa “Dios de la comida”, en 1990. La fama de este acogedor lugar incrementó después de que la escritora estadounidense Terry Weeks incluyera algunas de sus recetas en la publicación Gourmet. Docenas de periodistas y expertos comenzaron a viajar a Teotitlán del Valle para probar los verdaderos sabores de Oaxaca. En 1993, la periodista Molly O'Neill del The New York Times, visitó Tlamanalli y lo nombró como uno de los mejores restaurantes en todo el mundo. El talento de Abigail Mendoza es innegable, sin embargo, las plumas de periodistas nacionales y extranjeras ayudaron a difundir la importancia de su trabajo. Una vez que cimentó su lugar en la escena gastronómica de nuestro país, la cocinera tradicional que sumó al proyecto que buscaba que la UNESCO nombrará la gastronomía mexicana como parte del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad en 2005. Emprendió el viaje a París de la mano del chef e investigador Ricardo Muñoz Zurita y aunque el proyecto no rindió frutos ese año, el grupo de expertos logró su cometido en 2010, sentando un precedente histórico en todo el mundo, pues la comida mexicana ahora tenía en mismo reconocimiento que la cocina francesa y la dieta mediterránea. Todo esto no hubiera sido posible sin la colaboración de Abigail Mendoza. La más impresionante es que la cocina es parte de su vida cotidiana, lo que lo hace aún más especial, pues sus platillos, los cuales deleitan el paladar de los comensales, nacen del día a día, de las recetas más entrañables de su familia y comunidad. La cocina de Abigail Mendoza nos recuerda que no todo se trata de reformular o modernizar los sabores ancestrales de nuestra tierra. Los platillos de Mendoza se convierten en un vestigio viviente de que la cocina mexicana es mucho más diversa y compleja de lo que imaginamos. Gracias a su pasión y entrega, los sabores de Oaxaca permanecerán en la memoria de mexicanos y extranjeros. Esta increíble mujer oaxaqueña nos sorprende no solo con sus sabores, sino con sus logros. Su vida y su carrera se han construido a base de actos revolucionarios, pero también de la necesidad de preservar los auténticos sabores de la cocina oaxaqueña. En kiwilimón celebramos a todas las mujeres, pero en especial a aquellas que se encargan de preservar los sabores de nuestra tierra. Esta talentosa mujer mexicana se ha convertido en la embajadora de la cocina tradicional mexicana y en la guardiana de los sabores más auténticos de nuestro país. Con ayuda de su metate, mantiene viva la cultura zapoteca a través de sus moles, sopas y atoles. Abigail Mendoza es una mujer que no olvida sus raíces ni por un momento y a pesar de que heredó sus conocimientos de su madre y su tía, la magia que gobierna su cocina es propia.CréditosFoto principalFoto interior