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El año de la birria

Por Pedro Reyes - July 2021
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Se fue la mitad del año y parece que la comfort food –tan necesaria para el apapacho del alma cuando las cosas no van del todo bien– llegó para quedarse. En 2020 vimos llegar harto pollo frito, comida thai, sandos japoneses, galletas de todos colores y sabores, smash burgers, omnipresentes conejitos Turín, entre otros bocados monchosos. Entre ellos está uno 100% mexicano que, curiosamente empezó a hacer mucho ruido hace un par de años en Estados Unidos antes de estar en boca de todos al sur del Río Bravo: la birria.



Generalmente asociada con la comida típica de Jalisco, es en el municipio de Cocula donde se han preservado recetas de birria que se preparan, desde el siglo XVII, en la región occidental. Se dice que con los españoles llegó un buen cargamento de ganado caprino, alimento nada bien visto por la aristocracia y los conquistadores por su fuerte olor e intenso sabor cárnico. Era, desde luego, comida destinada a los pueblos originarios. Sin embargo, tan audaces cocineros como siempre demostraron ser los habitantes de nuestro territorio –sobre todo sus mujeres–, consiguieron arropar esta carne con especias que para entonces ya se usaban en la región: laurel, clavo, canela, orégano, comino, chiles asados… para después hornearla lentamente bajo tierra. El resultado: un platillo de carne suave, aromático, un tanto picosito y con un caldo sustancioso, bellísimo para comer con cuchara y acompañado de tortillas.

Es en Guadalajara donde la birria afianza su popularidad entre lugareños y visitantes. Maravillosos exponentes se encuentran en el Mercado Alcalde –preguntar por la de Don David–; la de La Victoria en el mítico barrio de Santa Tere; Las nueve esquinas, favorita de los turistas del Centro; la de El Chololo, con rumbo a Chapala; la birria del Chino, donde se come la tradicional de chivo, pero también de res; el taco de gordito en la birriería Aceves, dentro del Mercado de Abastos; y un larguísimo etcétera. Pero a la birria no se le encuentra exclusivamente en Guadalajara, Tijuana tiene también una gran tradición de carretas de tacos de birria con su consomé, como los que se encuentran en los linderos del Mercado Hidalgo.

Desde hace no más de tres años, la birria reventó en Estados Unidos, específicamente en Los Ángeles, Chicago y Nueva York. Tan sólo en la reconocida guía Eater de Nueva York hay una lista de 19 lugares imprescindibles para probar birria en la Gran Manzana. Y, claro, Instagram hizo su chamba: millones de usuarios han salivado ante el plato y uno de sus derivados: la quesabirria, una portentosa quesadilla de tortilla grande con carne de birria de res, lista para chopearse en un caldito bien espeso con limón, cebollita y cilantro.

A partir del fenómeno birriamen –fideos de ramen en caldo de birria, de la autoría del chef Toño De Livier–, su constante presencia en Instagram y el auge de las dark kitchens, es que la birria se está haciendo un lugar en la Ciudad de México. Lo que resta de 2021 la vamos a seguir viendo y, con suerte, otras versiones se adueñarán de más esquinas de la capital. Mi consejo sería intentarla en casa. No muy lejos de aquí encontrarán una buena receta de birria de res, ideal para perfeccionarla con nuestro toque personal y así presumirla como si lleváramos años cocinándola. Manos a la obra.