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Comer tarde podría relacionarse con la diabetes 

Por Gretel Morales - October 2022
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¿Alguna vez has escuchado del ritmo circadiano? Este se describe como un mecanismo que “regula los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día”. Según este concepto, nuestro cuerpo tiene un horario ideal para cada actividad, es decir, tenemos un reloj interno que rige todos los procesos biológicos, por lo que hay horarios para comer, dormir, hacer ejercicio y más.  

Todo esto se relaciona con la hora perfecta para comer, pues según una investigación publicada recientemente, comer tarde puede llevarte a padecer diabetes y obesidad. ¡Te explicamos todo lo que debes saber sobre este estudio! 

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Comer tarde podría relacionarse con la diabetes 
La Universidad Northwestern, ubicada en Illinois, anunciaron que han descubierto por qué el hábito comer muy tarde se ha ligado con el aumento de peso y la diabetes.  

En un comunicado de prensa, la universidad señala que, aunque previamente se ha señalado que hay una relación entre la hora de la comida, el sueño y la obesidad, pues la hiperalimentación puede “interrumpir el ritmo circadiano y modificar el tejido graso”, los expertos aún no han descifrado este acertijo.  

Sin embargo, la investigación realizada por la universidad estadounidense ha arrojado sorprendentes resultados. Según la casa de estudios, "la liberación de energía podría ser el mecanismo molecular a través del cual nuestro reloj interno controla el balance de energía". Además, los científicos encontraron que “el día es el horario ideal en la iluminación del entorno de la rotación de la tierra, cuando está óptimo para dispersar la energía como calor”.  

El académico Joseph T. Bass señala que “es bien sabido, pero poco comprendido, que insultar al reloj biológico será un insulto para el metabolismo”. El también doctor añade que cuando los animales consumen una dieta estilo accidental, la cual incluye grasas y carbohidratos, el reloj biológico se descompone.  

De acuerdo con Bass, el reloj es “sensible a la hora en que la gente come, especialmente en cuanto al tejido graso, y esa sensibilidad pierde el equilibrio con las dietas altas en grasas. Aún no entendemos por qué sucede eso, pero lo que sí sabemos es que los animales se vuelven obesos, empiezan a comer más cuando deberán estar dormidos. Esta investigación muestra porque eso importa”.  

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¿Qué descubrió el estudio? 
La información publicada por la universidad explica que cuando los ratones, que son animales nocturnos, fueron alimentados con dietas altas en grasas por una semana, aquellos que fueron alimentados durante el día subieron más de peso que aquellos que se alimentaron en la oscuridad.  

Por su parte, la académica Chelsea Hepler indicó que pensaron que tal vez había un componente de balanceo de energía, en el que los ratones gastaban más energía al comer durante horarios específicos. Enfatizó que “por eso pueden comer la misma cantidad de alimento a diferentes horas del día y estar más sanos cuando comen durante periodos activos, a diferencia de cuando deberían estar dormidos”.  

Al notar el incremento del gasto energético, el equipo de expertos decidió investigar sobre el tejido adiposo para ver si ocurría lo mismo en la función endocrina. Descubrieron que sí y que los ratones con una termogénesis mejorada genéticamente podían evitar subir de peso y su salud mejoraba.  

¿Cuál es la importancia de este estudio? 
Según los autores del estudio, la información obtenida podría cambiar la atención crónica, es decir, a los pacientes a los que se les alimenta a través de sondas, quienes suelen recibir los alimentos en las noches, cuando duermen y cuando están gastando una cantidad mínima de energía. Por lo tanto, no es de sorprender que tengas altos índices de obesidad y diabetes.  

Por si fuera poco, se espera que este descubrimiento también ayude a mejorar la calidad de vida y la salud de los pacientes con diabetes tipo 2.  

Mientras los estudios e investigaciones continúan y los científicos determinan el horario perfecto para comer, cabe recordar que, según el ritmo circadiano, debemos comer entre las 8 a.m. y las 6 p.m. Esto significa que, idealmente, el ayuno duraría 14 horas.  

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