Vacaciones, cómo cuidar al bebé en la playa
Por
Kiwilimón - 2018-10-16T09:21:43.717611Z
Las vacaciones en la playa tienen ciertos riesgos para tu bebé, ya que es mucho más sensible a las altas temperaturas, a los rayos del sol, al cloro de las albercas y a los cambios de rutina.
Te compartimos los siguientes consejos para proteger a tu bebé en el agua y puedas disfrutar de grandes momentos de diversión con tu familia.
Acompaña a tu bebé en todo momento.
No dejes de vigilar a tu bebé ni un segundo cuando esté dentro del agua, ya que es una regla fundamental en su cuidado; una llamada telefónica o cualquier distracción, por mínima que parezca puede ser fatal.
No descuides a tu bebé cuando juegue en el borde de la piscina, recuerda que aún no es consciente del peligro que corre; puede tirar cualquier juguete y querer rescatarlo, corriendo el riesgo de caer al agua, es mejor mantener sus juguetes fuera del agua.
Si tus vacaciones son en playa busca alguna manera de identificar al pequeño con alguna pulsera o colgante que lleve su nombre y tu número de telefónico por si acaso pudiera extraviarse.
Recuerda aplicar protector solar a tu bebé y volvérselo a aplicar con regularidad.
La piel de los bebés es muy delicada, por lo que aplicarle un bloqueador solar con protección UVB y UVA para que lo proteja de los rayos del sol es muy importante, el cual deberás reaplicar cada 40 minutos más o menos, y después de cada baño. Recuerda que solo debes aplicar bloqueador solar a tu bebé si es mayor a 6 meses de edad.
Asegúrate de que consuma suficientes líquidos especialmente si está activo bajo el sol.
Los bebés son más vulnerables a la deshidratación que los adultos ya que la proporción de agua en su cuerpo es mayor y su equilibrio más débil; una excesiva pérdida de líquidos puede tener graves consecuencias para su organismo, es por ello que hay que tener especial precaución en lugares cálidos.
Es básico que cuentes con un biberón con agua para hidratar a tu pequeño, el agua que le des no debe estar ni muy fría ni muy caliente, mantenla en un lugar fresco. La leche materna también ayuda a hidratar al niño y las frutas naturales, sólidas o en papillas.
Si tu bebé aún es lactante ofrece el pecho a demanda y de forma más frecuente, ya que además de proveerle líquido, la leche materna aporta sales minerales y electrolitos que previenen la deshidratación. Si se alimenta de pecho, no es necesario darle agua, pues la leche materna está compuesta por un 90% de agua y es suficiente para conservar su hidratación.
Verifica que la temperatura del agua sea agradable.
La temperatura ideal para los pequeños va entre los 28° C y 30° C; procura que su ropa sea liviana, ideal para protegerlo de los rayos del sol, no lo tengas muy abrigado ni tampoco con poca ropa; es importante tenerlo siempre bajo una sombrilla o ponerle calcetines ligeros al caer la tarde. Para refrescarlo es ideal que pases una toallita húmeda sobre algunas partes de su cuerpo.
Puedes meterte con tu bebé a la playa o la alberca a partir de los 5 o 6 meses, si la temperatura es adecuada. El agua debe estar templada, nunca fría, y hay que introducirlo lentamente en ella, humedeciéndole antes los brazos, las piernas y la nuca. Si el agua no está bastante caliente (unos 32ºC), no conviene que esté en ella más de 5 minutos y siempre con vigilancia. No lo metas al agua con pañales absorbentes, utiliza un calzoncito desechable especial para actividades acuáticas.
Cuando lo saques del agua es importante retirar el calzoncito desechable especial para el agua, secar bien a tu bebé y cambiarlo de ropa cuanto antes. Porta un tarrito de suero fisiológico para limpiar de cloro sus ojos, lo puedes adquirir en farmacias y le aliviará el escozor.