El aceite de almendras en la piel se usado desde hace mucho para curar heridas o cortadas. Hoy en día, también es parte de muchos productos industrializados de belleza, pero los remedios caseros con él persisten, pues este aceite tiene varios beneficios.
¿Sabías que casi la mitad del peso de una almendra seca es aceite? Sí, y cuando estos frutos pequeños están maduros, se prensan con un poco de calor para extraer el aceite. El aceite de almendras no refinado puede ser rico en nutrientes como vitamina E, magnesio, fósforo y cobre.
Uno de sus beneficios más conocidos es que es rico en antioxidantes, los cuales pueden combatir los radicales libres. También es antiinflamatorio y aumenta la inmunidad, así que consumirlo en tus alimentos es una gran idea, pero también puedes usarlo en la piel y en el cabello.
Usado en la medicina ayurvédica y en antiguas prácticas chinas, el aceite de almendras es un emoliente poderoso que puede ayudar a absorber la humedad y retener el agua en la piel; también contiene vitamina A, es antibacteriano y antimicótico.
Cómo se usa el aceite de almendras en la belleza
El aceite de almendras puede usarse tanto en la cara como en el cuerpo, se absorbe rápidamente y es un poderoso humectante, así que puedes aplicarlo directamente en la piel para hidratarla; estos son algunos de los usos más comunes del aceite de almendras en la piel:
- en los masajes o tratamientos para la piel
- ayuda a mejorar la tez y el tono de la piel
- como limpiador o desmaquillante suave
Pero también puede funcionar para
suavizar y fortalecer el cabello, ya que el aceite de almendras es rico en vitamina B-7, conocida también como biotina. Además, entre los beneficios de aplicarlo en el pelo podemos contar que ayuda a protegerlo del daño solar, pues cuenta con un SPF 5 natural.
Puedes utilizar el aceite de almendras como tratamiento directo en el cuero cabelludo, para aliviar la inflamación causada por psoriasis, por ejemplo; puedes mezclarlo con un poco de aceite de manzanilla antiinflamatorio y aplicarlo o con aceite de limón, si tienes caspa. No lo dejes más que por unos cuantos minutos y lava con champú después.
Si tu cabello es fino o delgado, primero aplica sólo un par de gotas a partir de la mitad del largo y hacia las puntas antes de lavarlo, para probar si deja un efecto graso en tu cabello y no usarlo en ese caso.
En la piel, puedes mezclarlo con azúcar o con sal para
hacer un exfoliante corporal, pero también puedes usarlo en los
labios resecos y en las uñas y cutículas para mantenerlas sanas. Ya que es antimicótico, puedes frotarlo en los pies como prevención para el pie de atleta o incluso para ayudar a combatir otras infecciones como la tiña.