Una fiesta de color al momento de comer, manteniendo el sazón que cada mamá tiene, pero dándole vida al platillo. Para mamás que gustan de sorprender a sus niños ofreciendo alimentos tradicionales, con un toque divertido que no modifica el sabor original de la receta. Lo bonito de este arroz es que queda en diferentes tonos de degradado el color en los granitos de arroz.