Estos bocaditos de calabaza con piña, jengibre y nuez moscada servidos sobre una galleta salada con queso crema son un postre fácil y diferente para preparar a tu familia. Su rico sabor les gustará tanto que pedirán más.
Corta la calabaza por la mitad a lo largo; sácale las semillas con una cuchara. Coloca las mitades de calabaza en un plato apto para microondas con el lado del corte hacia abajo; tápalas. Hornéalas en el microondas a potencia alta por 10 minutos. Envuelve una de las mitades con un paño de cocina y, a continuación, dale un apretoncito. Si cede un poco, la calabaza está bien cocida. Ponla a enfriar. Usa un cuchillo para sacarle las fibras a cada una de las mitades de calabaza; ponlas a un lado.
Mezcla la piña, el azúcar, la raíz de jengibre y la nuez moscada en una cacerola mediana. Haz que hierva a fuego medio revolviendo con frecuencia. Cocina la mezcla, revolviendo con frecuencia, hasta que se disuelva el azúcar. Agrega la calabaza; mezcla todo bien. Cocina el conjunto, revolviéndolo de vez en cuando, por 30 minutos más. Ponlo a enfriar. Retira 3/4 taza de la mezcla de calabaza para usarla de inmediato. Coloca el resto de la mezcla de calabaza en un recipiente con cierre o en un frasco. Refrigérala tapada para servirla en otra ocasión.
Unta cada una de las galletas con 1 cucharadita de queso crema; corónala con 1 cucharadita de la mezcla de calabaza.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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