¿Sabías que ya desde la época prehispánica se preparaba un pan con amaranto utilizado para ofrendar en sacrificios humanos? Esta tradición no se ha perdido, pero se ha modificado, haciendo homenaje con un pan que simboliza el cráneo del difunto a través de un círculo en el centro y unas tiras realzadas que imitan los huesos. Prueba este pan de muerto, que no puede ser más mexicano con este color rosado.