Cernir el harina con el polvo de hornear y la sal.
Separar las claras de las yemas cuidando que el recipiente de las claras no esté sucio o tenga agua, y que no le caiga nada de yema a la clara.
Batir las claras a punto de turrón (puede ponerse un poquito pero muy poquita sal para que levanten más firmes y rápido).
Batir las yemas con el azúcar hasta que tengan un aspecto como mantequilla y dupliquen su tamaño.
Mientras se obtiene esa consistencia podemos preparar las 3 leches. Solo licuamos la condensada, la evaporada y la media crema, y dejamos aparte. Se pueden dejar en refrigeración si el pastel se va a servir en poco tiempo.
Añadir a las yemas, alternadas las claras y la harina ya cernida con el polvo de hornear. A VELOCIDAD BAJA.
Agregar la leche y la vainilla y batir hasta incorporar bien.
Vaciar en el molde enharinado o con el papel encerado. Se pueden usar dos moldes y poner la mitad de masa en cada uno para que al poner el relleno no tengamos que cortar el pan.
Hornear hasta que el palillo salga limpio, si se esá dorando mucho y aún no se cuece del todo puedes bajarle poquito la temperatura.
Al salir el pan del horno dejar enfriar a temperatura ambiente.
Ya frío el pan podemos empezar a montar. En el pan de abajo lo bañamos con la mitad de las 3 leches, le ponemos encima una capa generosa de crema batida y encima los duraznos picados o en rebanadas. hay que quitarles el almíbar lo más posible para que no se nos resbalen.
Montar el otro pan encima de los duraznos y bañar con la otra mitad de las 3 leches. Embetunar completamente el pastel con la crema batida y adornar con duraznos. Se puede adornar con la crema con una manga pastelera y una duya, para hacer figuritas.
De preferencia servir completamente frío.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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