Estas crepas tienen un origen francés que está lleno de romanticismo e inexactitudes, pues se dice que nació por un error cuando, al preparar un postre para el Rey Eduardo VII, se derramó un poco de licor en las crepas, haciendo que flamearan y otorgándoles un sabor característico. También se cree que el origen se debe al enamoramiento de un cocinero por una joven llamada Suzette. Para que puedas probar estas crepas y revivas el sabor de la historia en la cocina, te dejamos esta receta acompañada de Smucker’s®.