Este postre con textura esponjosa es ideal para servirse caliente y su sabor con un toque de limón hará una combinación perfecta con la textura de almendras. El soufflé es un postre ligero que se cocina en horno y el ingrediente clave para hacerlo son las claras de huevo batidas a punto de nieve. Anímate a preparar esta receta de souffle y sorprende a tu familia con un postre delicioso y diferente.
Engrasa los moldes de soufflé con mantequilla con la ayuda de una brocha y mediante movimientos verticales y ascendentes.
Cubre el molde con azúcar, procura que el fondo y los lados tengan suficiente dulce, retira el exceso. Reserva.
Precalienta el horno a 190 °C.
Mezcla las yemas de huevo con el jugo de limón y el azúcar, bate con ayuda de un globo hasta que el color de las yemas comience a blanquearse; incorpora la harina de arroz y la leche tibia poco a poco y sin dejar de batir. Coloca la mezcla en una ollita a fuego bajo, cocina hasta que la consistencia se vuelva espesa y mueve continuamente. Retira del fuego, coloca en un tazón y deja enfriar. Reserva.
Corta la almendra en trozos pequeños. Una vez fría la mezcla anterior, agrega las almendras y la ralladura de limón en forma envolvente. Reserva.
Coloca las claras y la sal en un recipiente y con ayuda de una batidora, bate hasta que tengan un color blanquecino; agrega gradualmente el azúcar hasta que la consistencia quede esponjosa y se hagan puntas.
Agrega las claras de huevo a la mezcla de almendras poco a poco y de forma envolvente para otorgarle suficiente aire a la mezcla. Después vierte la masa en los moldes de soufflé engrasados, retira el exceso con ayuda de una espátula y unifica la superficie. Hornea sobre una charola a 190 °C por 25 minutos, o hasta que estén dorados y esponjosos.
Sirve caliente, decora con azúcar glass, almendra y hojas de menta.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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