Quizá una receta mexicana no pueda concebirse sin una salsa picante, pero más allá de las enchiladas y los chilaquiles, hay muchísimas otros platillos que llevan una salsa picosita que hace toda la diferencia en cuanto al sabor. Lo mejor es que tú puedes moderar el picor con la cantidad de chile o explorar con diversos chiles para crear tus propias salsas.