La Obesidad Infantil y el Colesterol Alto

Hasta hace poco era común que las abuelas, las tías, y las mamás vieran la “gordura” de los niños como algo positivo. Se consideraba que la obesidad era una señal de que los niños estaban sanos, y de que se tomaban “toda la sopita.

Paso a Paso

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Hoy en día sabes que esto no es cierto. Cuando ves a un niño obeso reconoces que algo está mal con su dieta y con su actividad física. La obesidad infantil puede ir de la mano con los niveles de colesterol elevados en la sangre. Sigue leyendo y conoce más acerca de la obesidad infantil y su relación con el colesterol. Hoy en día es difícil encontrar a alguien que NO haya escuchado algo relacionado con la obesidad infantil. Se habla de la obesidad infantil en la escuela, en las noticias, en los programas de radio, y en las páginas del Internet. Inclusive la Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, lidera una campaña nacional para combatir este flagelo que afecta a 1 de cada 3 niños en este país. Lo triste es que la obesidad infantil ha tomado una ventaja impresionante, pero no quiere decir que haya ganado la batalla. La obesidad infantil no viene sola, y por eso es necesario atacarla desde la infancia. Esto no es un problema de estética ni vanidad. Es un problema de salud que afecta a todo el cuerpo. La obesidad infantil viene acompañada de una serie de amigos que no ayudan a la salud de tus hijos. Se debe a ella que enfermedades que en el pasado eran asociadas más que nada en personas adultas, como la elevación de los triglicéridos y del colesterol en la sangre, hoy en día están siendo diagnosticadas con frecuencia en los niños obesos.
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Sobrepeso y obesidad Antes de continuar con este tema sabes: ¿Cuál es la diferencia entre la obesidad y el sobrepeso? ¿Lo dudaste por un momento? Sé que es posible que confundas ambos conceptos. El sobrepeso hace referencia a alguien que pesa mucho, mientras que la obesidad habla del exceso de grasa. Los pediatras utilizan el peso y la estatura para calcular el índice de masa corporal (IMC) en base a unas fórmulas. Luego utilizan unas tablas de percentiles (de crecimiento) que son específicas para la edad y el sexo del pequeñín y así determinan en donde se encuentra. Estas tablas tienen varias líneas. Por ejemplo: la mitad de los niños de la misma edad se encuentran en el percentil 50. Un 25% se encuentra por arriba de ese nivel y un 25% se encuentra por debajo de ese nivel. Las tablas se refieren a 100 chicos sanos de esa edad que la mitad son más altos y la mitad son más bajos, etc. Da un rango. Lo mismo sucede con el peso. Cuando se utiliza la tabla hay una consonancia entre las estaturas y los pesos.
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Se dice que un niño está obeso cuando su índice de masa corporal –IMC- (BMI por sus siglas en inglés) si está en los 95 percentiles o más, y que está en sobrepeso si su IMC llega a los 85 percentiles, pero es menos de 95. Por otro lado, un niño está en un peso normal si su IMC se encuentra entre los percentiles 5 y 85. Y su peso es menor al normal si su IMC no llega al percentil 5.
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El uso del índice de masa corporal aunque es una buena medida, no es perfecta, ocasionalmente, puede ser engañosa ya que no mide, directamente, la grasa del cuerpo. Con los resultados del índice de masa corporal, una persona musculosa puede parecer que está con sobrepeso, sin que esto signifique que lo está y mucho menos obesa. Esto quiere decir que es una persona pesada, pero no implica que tenga niveles altos de grasa en su cuerpo. En los casos en donde hubiese duda, el pediatra podría realizar otros estudios como la medición de los pliegues cutáneos, entre otros.
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No olvides que la obesidad causa problemas graves de salud Es importante que sepas que la obesidad sólo causa problemas. No hay beneficios que se asocien con la obesidad infantil, y por eso es necesario combatirla lo antes posible. Entre otras cosas, la obesidad infantil puede causar: diabetes tipo 2, presión arterial alta (hipertensión) y elevación de los niveles del colesterol malo (LDL) y de los triglicéridos. Por ejemplo, hay sitios como en los Estados Unidos en donde el 20% de los niños tienen el colesterol malo (LDL) elevado. Debes considerar que la grasa no sólo se acumula en los gorditos del cuerpo sino también en el interior de las arterias. Esto puede traer serios problemas cardiovasculares.
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Colesterol y obesidad: una pareja peligrosa Si los padres entendieran que su hijo obeso puede desarrollar niveles elevados de colesterol malo, seguramente tomarían acciones inmediatas. Lo que sucede es que muchos de ellos, y tal vez este sea tu caso, no saben bien qué es el colesterol y por qué es perjudicial para la salud de sus hijos.
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El colesterol es una sustancia que produce el hígado y que tienen una textura muy parecida a la cera. Esta sustancia en exceso, se acumula en las paredes de tus arterias dificultando la circulación de la sangre, y en algunos casos bloqueándola completamente. Tu cuerpo produce suficiente colesterol para los procesos en donde se requiere. El hígado de tu hijo puede producir hasta 1,000 miligramos de colesterol al día en condiciones normal. ¿Te imaginas si a esto le añades los helados, las bebidas azucaradas, y las hamburguesas con queso y tocineta (tocino)? Todo esto sin contar con las horas que tu hijo permanece frente al televisor o a la computadora, sin ningún tipo de actividad física al día.
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No esperes a que aparezcan síntomas que te dejen saber acerca de la elevación en los niveles del colesterol, ya que el colesterol, durante mucho tiempo, es un enemigo silencioso. Por esto, los padres no están alerta a los niveles de grasa en la sangre de sus hijos. Si llevas a tu hijo a chequeos regulares podrás darte cuenta de los incrementos y reducciones de su colesterol en la sangre. Si tu hijo sufre de obesidad infantil, actúa lo antes posible. No esperes a que las libras y la grasa se sigan acumulando. Los niveles elevados del colesterol en la sangre le pueden ocasionar graves problemas en su corazón y en su sistema cardiovascular más adelante. Tu puedes y debes empezar esta batalla. Trabaja duro con tus hijos para que lleven una dieta sana y para que hagan ejercicio y así podrás decirle adiós a la obesidad infantil.