Remojar el bacalao en agua por 72 horas, cambiándola constantemente para quitar toda la sal.
Sacar rebanadas sobre un trapo de cocina para que escurran.
Poner a freír los ajos y el aceite de oliva Sierra de Gata en una cazuela de barro calculando que éste cubra a la mitad las rebanadas de bacalao. Antes de dorarse los ajos, retirar la cazuela del fuego y los ajos del aceite, dejándose enfriar.
Cuando esté frío, se añaden trozos de bacalao con la piel hacia arriba y se pone de nuevo a fuego lento, cuidando de que no hierva y sin dejar de mover la cazuela para que espese la salsa (que se forma al soltar el bacalao la gelatina) y no se pegue el bacalao. Después de un rato se saca la cazuela del fuego y se deja reposar. Cuando el aceite está templado se vuelve a poner al fuego y así dos o tres veces más hasta alcanzar el punto deseado.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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