Moja el amaranto y escurre. Deja secar al sol o en el horno a temperatura muy baja.
Tuesta el amaranto en un comal de barro a fuego regular.
Vuelve a limpiar para soltar toda la cascarita. Utiliza un cedazo para hacerlo.
Pon un cazo a fuego medio y agrega el azúcar con el agua. Mueve hasta disolver y deja hervir a punto de hebra. Saca del fuego y agrega el amaranto.
Mezcla hasta formar una pasta.
Utiliza unos aros de metal galvanizado del tamaño que quieras (preferiblmemente 3 centímetros de ancho). Acomódalos sobre una mesa de madera limpia y húmeda.
Sirve la mezcla en los aros y prensa con círculos de madera o platos. Sácalos y déjalos enfriar completamente.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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