Este delicioso postre es ideal para una tarde calurosa con tu familia y además te sacará de apuros. Es súper cremoso y tiene trocitos de fresas frescas, una costra muy crocante de vainilla y el delicioso sabor de queso crema que te encantará.
Tritura las galletas en el procesador de alimentos hasta obtener un polvo fino. Mezcla con la mantequilla y el azúcar.
Vierte la mezcla de galletas en un molde para pastel de 18 cm y esparce con ayuda de una cuchara, para formar una costra. Refrigera por 15 minutos.
Licúa 1 ½ taza de fresas con el jugo de limón, el queso y el azúcar por 3 minutos o hasta obtener una mezcla homogénea. Agrega la grenetina hidratada y fundida en forma de hilo. Reserva.
Bate la crema hasta obtener picos suaves y mezcla de forma envolvente con la mezcla de queso.
Acomoda el resto de las mitades de fresas alrededor del molde. Vierte la mezcla de fresas y refrigera por 1 hora o hasta que cuaje.
Decora con rebanadas de fresas y crema chantilly.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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